Planta de la familia de las labiadas (Lamiaceae).
Es muy aromático, huela a tierra y su sabor es un poco picante con un toque de clavo, alcanfor y menta. Se puede tomar tanto fresco como seco. Seco no pierde sus propiedades ni su olor. Sólo se utilizan las hojas.
Las primeras referencias histórical al tomillo nos transportan al Antiguo Egipto, de cuyo término tham deriva el nombre científico Thymus, donde era empleado como ungüento en embalsamamientos y quemado como purificador del aire durante las epidemias. Los griegos también conocieron sus propiedades medicinales para los males del pecho, como antiséptico o contra los dolores articulares.
Entre los romanos era frecuente su uso en los baños por sus propiedades estimulantes, en la cocina perfumando vinos, quesos y carnes. Se cree que én esta época los conquistadores romanos extendieron el cultivo del tomillo por Europa occidental. En la Antigua Bizancio, por influencia de Roma, aparecen elaboraciones de recetas con el tomillo como aderezo en sopas, carnes y salsas. En la Edad Media la literatura recoge un uso medicinal, aromático, conservador de alimentos e incluso, como amuleto protector que entregaban las damas a sus caballeros antes de marchar a la batalla.
Hay una leyenda basada en la mitología griega que afirma que la planta del tomillo brotó de una lágrima derramada por Helena de Troya, de la que los guerreros obtenían fuerza y coraje para la lucha.
El tomillo se usa frecuentemente para dar sabor a las carnes, sopas y guisos. Se utiliza tanto en la cocina de la cuenca mediterránea como en la cocina catalana para elaborar la sopa de "Farigola", en la cocina extremeña para los adobos de la carne y también en la cocina francesa, siendo un componente importante en el bouquet garni, además de las hierbas de Provence. También se utiliza ampliamente en las cocinas del Caribe.
El tomillo debe añadirse al guisado en sus inicios para que sus aceites tengan tiempo de impregnarse.
Existen numerosas variedades como el tomillo salsero o blanco, el tomillo mejorano o de Loscos y el tomillo limonero.
Es digestivo, estimulante del apetito, antiparasitario, antihelmíntico, anticatarral, antiséptico, cicatrizante, tonificante y expectorante.
Es indispensable en la cocina francesa, española, italiana en Latinoamérica.
En la cocina casa muy bien con: pollo, huevos, legumbres, carnes rojas, pescados asados, caza, cordero, sopas, salsa de tomate, todo tipo de salsas, escabeches, aromatiza vinagre, estofados y guisos. Es ideal para las carnes muy grasas porque las hace más digestivas.
ACEITE DE TOMILLO:
- 3 ramitas de tomillo.
- 2 guindillas.
- 1 hoja de laurel.
- 2 clavos de especie.
- 1 cucharada de sal.
- 3/4 litro de aceite de oliva.
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