Pastel de puerros y queso

Un pastel muy fácil de hacer que nos soluciona un primer plato o un aperitivo mientras esperamos el resto de la comida. Además, si utilizamos leche desnatada y pan integral no aporta tantas calorías, según la receta unas 300 por ración, pero... ¿qué entendemos por ración?.

Pensaba acompañarlo de alguna salsa, pero os aseguro que no necesita ninguna, queda cremoso por dentro, con un sabor sutil a puerro que contrasta con la potencia del queso. Yo no le pondría nada.

Ingredientes (si es como entrate da para cuatro personas, si es como aperitivo para 8 ó 12):

250 gr. de puerro

50 gr. de queso idiazábal o queso manchego curado.

250 ml. de leche desnatada (podeis poner entera o semi)

50 gr. de miga de pan (yo he utilizado integral y está buenísimo)

2 huevos

1 cucharadita de mantequilla más lo necesario para engrasar el molde

sal

pimienta

comino



Cortamos el puerro muy fino y lo rehogamos 5 minutos en una cucharadita de mantequilla. Añadimos un poco de sal para ayudar a pocharlo, no estamos salando ahora, no pasarse.

Mientras calentamos la leche, sin que llegue a hervir, y le añadimos el pan. Desmenuzamos bien. Dejamos enfriar.

Rallamos el queso. Yo prefiero queso recién rallado, el sabor no tiene nada que ver con el que venden en bolsitas, se pierde un poco de tiempo pero merece la pena.

Batimos los huevos y añadimos el puerro, el queso y la leche con el pan. Salpimentamos y añadimos unos granitos de comino (no mucho que luego sólo sabe a comino, 10 granitos serán suficientes).

Mezclamos bien.

Engrasamos con mantequilla un molde para el horno. Anteriormente hemos precalentado el horno a 200 grados. No lo había dicho porque se me ha olvidado, pero vamos que... estais tardando en encenderlo.

Metemos en el horno con calor por arriba y abajo unos 30 minutos a 200 grados. Tiene que subir un poco y dorarse. Como cada horno es un mundo calculad. El caso es que tiene que subir un poco y estar dorado, aproximadamente 30 minutos.

Se puede tomar caliente o del tiempo. Queda muy jugoso y rico.

Tiene la ventaja de que aguanta perfectamente varios días en la nevera y que se puede cambiar el puerro por cualquier otra verdura.

Un primor de pastel. Que os guste.